miércoles, 12 de septiembre de 2018

Reseña de The Predator: Más problemática de lo que debería ser


    Algunas franquicias de películas son como carros limones: lo manjeas como si estuvieses volando fuera del dealer, pero ninguna cantidad de productores que encienden el motor y bombean el gas puede hacer que el motor vuelva a funcionar. Prácticamente ninguna película de Predator desde la original de 1987 de John McTieran ha sido buena. Predator 2 fue un desastre; ambas películas de Alien vs. Predator tomaron un concepto de B-movie y las convirtieron extramalas. Predators del 2010 la mejorcita, pero bastante sombría. Y es por esto que parecía una idea decente cuando alguien decidió dejar que Shane Black juegue con estos juguetes. Este tipo de película rara vez se confían a cineastas con sensibilidades distintivas propias y tal vez Black podría desplegar algo del mismo ingenio que hizo que sus esfuerzos como director anteriormente. O eso fue lo que se esperaba.

   La película comienza con un aterrizaje forzoso de una nave Predator en la tierra. El piloto de ese barco se enfrenta cara a cara con el soldado Quinn McKenna (Boyd Holbrook) y sus hombres, un altercado que concluye con McKenna escapando con tecnología Predator. Cuando Traeger (Sterling K. Brown) y su división del gobierno obtienen esta información, envían a McKenna a una prisión militar, pero no antes de que envíe esa tecnología Predator a su joven hijo Rory (Jacob Tremblay).

Lo bueno

Shane Black, el director: La idea de tener a Shane Black como el director de The Predator era un sueño básicamente hecho realidad. El actuó como Hawkins en la original, básicamente creó la fórmula de comedias policiacas como lo conocemos hoy día con el guión de Lethal Weapon y ha dirigido películas que han oscilado entre buena y excelente como Kiss Kiss, Bang Bang, Iron Man 3 (que a nosotros sí nos gustó) y The Nice Guys. Con esta, él hace lo mejor que puede con lo que tiene combinando escenas emocionates con su estilo de humor (con diversos grados de éxito). Y por si las moscas estamos dejando esto claro: esta tira más para Iron Man 3 que The Nice Guys. En otras palabras, si te gustó IM3, es más probable que te guste esta.

Algunas de las actuaciones: Con todo lo que la película montó, The Predator es bastante impredecible cuando se trata de desarrollar a los personajes humanos. Los destacados aquí incluyen a Sterling K. Brown como el antagonista humano de la película (un papel que parece disfrutar, aunque un poco desarrollado) y Tremblay como otro joven encantador y precoz después de sus actuaciones en Room and Wonder (una de nuestras preferidas del 2017). Olivia Munn es igualmente notable aquí y demuestra aún más su talento que no pudo desmostrar en X-Men: Apocalypse como la Dra. Bracket - un personaje que, francamente, pudo (¿debió?) haber servido como la protagonista principal de la película, pero a menudo se deja hacia un lado para hacer relucir al personaje masculino prototípico en Boyd Holbrook (que no lo hizo nada mal).

La primera mitad: La primera mitad de verdad fue lo más emocionante de la película. Black sabe como presentar a los personajes sin tener que sobreexplicar las cosas (al menos al principio). El sabe como darte los detalles necesarios para poder seguir ententiendo la película. La primera hora está bastante bien editada en el sentido que te puedes dejar llevar tranquilamente por ella y no sentirte abruhumado. Esta mitad de verdad hace algo realmente fascinante construyendo este mundo dónde los humanos y los Predators coexisten.

Lo malo

Shane Black, el guionista: The Predator intenta abarcar no solo los detalles de la historia de sus numerosos personajes humanos, sino también una buena dosis de exposición acerca de por qué estos cazadores de animales alienígenas regresan a la Tierra y lo que realmente están tratando de hacer. La segunda mitad de la película se siente sobrecargada y sufre problemas de ritmo. Además, The Predator se siente como si hubiera sido cortada y condensada  de un corte más largo que fluía mejor, explicaban como llegaron a tomar ciertas decisiones y obtuvieron ciertos objetos, pero se comprimió torpemente en un estilo de vida más aerodinámico (y más corto) impulsado por el humor negro característico de Black. 

Las otras actuaciones: La tripulación de "Loonies" no son necesariamente malos personajes. Pero son arquetipos increíblemente genéricos definidos por su personalidad y ya: Trevante Rhodes como "el inestable", Keegan-Michael Key como "el gracioso" y Thomas Jane como "el problemático". Si bien estos personajes se benefician de ser interpretados por actores talentosos y obtienen algún tipo de desarrollo simple, los otros soldados (como los interpretaron Alfie Allen y Augusto Aguilera) y Emily finalmente se quedan cortos.

Las escenas de acción: Las escenas de acción están bien. Simplemente bien. No son particularmente elegantes ni están bien filmadas, pero las secuencias tienen energía, algunos ritmos emocionantes y un toque de estilo creativo. Sin embargo, en cuando pensamos en ellas horas después de haberla visto, cuando se trata de la acción, la cualidad más memorable es la sangre derramada y la violencia porque es demasiado excesiva. Sí, es una película de Predator y la carnicería era inevitable, pero es la opción quedarse en ciertas imágenes y tener tantos personajes felices desencadenados en sus muertes que hacen que la película vacile entre tener acción salvaje y ser desanimada por eso mismo. Y esto es en gran medida un problema para los altercados humano vs. humano en la película, no para los humanos que se unen para luchar contra el Predator, lo cual es desafortunado porque la película se vuelva más interesante cuando es la humanidad vs. Predator, no humanidad (McKenna y su equipo) vs. la humanidad (Traeger y su equipo).

Lo feo

PredaDogs: Si pensabas que los Hulk-Dogs fueron problemáticos y risibles en la primera entrega de Hulk, los PredaDogs son aún peores. Estos son los Jar Jar Binks de este universo. No aportan nada a la trama, no son graciosos, no se ven bien físicamente y su escena de introducción... ¡wow que porquería! Estas bestias parecían más una idea preliminar del primer libreto que escribieron que una de producto final porque nunca fueron importantes. Los PredaDogs fueron una pobre suma a esta franquicia que acaba, producirdos solamente para risas que debió haber sido eliminada desde el principio.

Chistes problemáticos: A nosotros nos gusta el humor negro de Black. Pero hay unos chistes en esta película que no están fuera de lugar... están EXTRAMADAMENTE fuera de lugar. Sí, usualmente el humor negro habla y se burla de cosas que son taboo, pero esta película A. no lo hizo de una manera creativa y B. parecía más que fue hacerlos por hacerlos. Simplemente nunca iban con el resto de la película y llegaron a ser demasiado excesivos a veces. Ahora, si piensas que las películas de Marvel tienen demasiada comedia, buena suerte viendo The Predator.

   Te pueden gustar o aborrecer las películas de acción de los 80, pero lo que no puedes hacer es burlarte de ellas mientras te haces que te carguen. The Predator no es una película tonta, pero tampoco es inteligente. Lo que es, es algo incómodamente peor: una sátira de una franquicia que ya tenía su propio chiste de macho de su lado. Pero si tuviesemos que decidir entre esta o las Alien vs. Predator, como quiera escogeríamos la original del 1987.

Rating: C+

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