Después de una ausencia de cinco años, la versión de Godzilla del MonsterVerse finalmente ha regresado para Godzilla: King of the Monsters. El reboot de Gareth Edwards lanzó la franquicia de kaiju en el 2014, y adoptó un tono bastante serio similar al clásico original de Ishirō Honda en el 1954. En comparación, Kong: Skull Island se alejó de la dirección restringida de Edwards en favor de una aventura MonsterVerse mucho más colorida y vibrante en la década de los 1970s. Esto nos lleva a la tercera entrega de la propiedad, que aspira a ser incluso más tonta y más llena de acción que cualquiera de sus predecesores.
A raíz de la batalla de Godzilla en San Francisco con los MUTO, la paleobióloga de Monarch Emma Russell (Vera Farmiga) desarrolló "La orca": una máquina que permite la comunicación auditiva con los titanes, y podría ser la clave para la supervivencia de la humanidad. Sin embargo, cuando ella y su hija Madison (Millie Bobby Brown) son capturadas por el ex coronel Alan Jonah (Charles Dance) y su grupo eco-terrorista, recae en su exmarido y padre de su hija, Mark (Kyle Chandler), quien ayudó a diseñar el software, para rescatarlos. Sin embargo, antes de que pase mucho tiempo, se dan cuenta de que Alan y su organización tienen un objetivo más grande en mente: uno que involucra despertar a Ghidorah, un depredador y al antiguo enemigo de Godzilla.
Lo bueno
Causando estragos: King of the Monsters pierde poco tiempo para lograr lo que los fanáticos de Godzilla aman más: los Titanes causando estragos en el planeta y/o luchando entre sí. Estas peleas son generalmente impresionantes en su puesta en escena, ya que el director, Michael Dougherty, y su cinematógrafo le dan vida de una manera que combina el realismo de Godzilla de Edwards con la expresividad de Kong: Skull Island. Al hacerlo, la película se basa en una paleta de colores vívidos (azul ártico, naranja desértico, gris lluvioso) que sirve para distinguir visualmente estos diversos derribos.
Lo malo
Se siente larga: El ritmo es un problema a lo largo de la película. Aunque King of the Monsters es solo ocho minutos más que la del 2014, se siente mucho más tiempo porque Dougherty no tiene la habilidad de Edwards para caminar y aumentar la tensión en esta escala. La secuela se acumula en un montón de cosas consistiendo esencialmente en que los personajes son transportados de un sitio de Monarch a otro, son testigos de algún tipo de batalla de monstruos y luego continúan a otra base. Eso simplemente rompe la tensión que esta película podría haber tenido porque sigue un patrón a lo largo de su duración y, a veces, se vuelve algo repetitivo.
Lo feo
Los humanos: Aunque aceptamos que la mayoría de las personas que van a ver esta película para ver personajes humanos interesantes, si la mayoría de su película le prestara más atención a estos con la gente, es posible que uno podría desear que valga la pena preocuparse por ellos (por ejemplo, la primera entrega de ambas Jurassic Park e Independence Day). Los personajes no pueden estar a la vanguardia de tu película y también ser el background. Llega hasta el punto que se deshacen de varios personajes y la película insiste que querías a esos personajes y que por eso debes de estar sintiendo algo en esos precisos instantes, pero nunca se lo mereció porque apenas pasamos tiempo con ellos. Es más, ni por nombres los podemos distinguir. La película podría haberse beneficiado enormemente de adelgazar el elenco, dando un verdadero desarrollo a unos pocos.
En conclusión, Godzilla: King of the Monsters cumple su promesa de espectaculares escaramuzas de kaiju y allana el camino para que lleguen aún más en el evento del año que viene, Godzilla vs. Kong. Al mismo tiempo, se puede decir que la película es más desorganizada que las anteriores dentro del MonsterVerse y se esfuerza por equilibrar el drama humano competente con un caos satisfactoriamente destructivo. Esto explica hasta ahora la recepción polarizante de la secuela. Dependiendo de cómo se mire, King of the Monsters puede compensar sus problemas de narración ofreciendo más peleas de monstruos, o sabe exactamente qué es y no pretende ser otra cosa.
Rating: C-
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