Toothless y Hiccup han estado en un largo viaje desde que la primera entrega de How To Train Your Dragon llegó a los cines en el 2010. Desde entonces, la franquicia ha llevado a sus fanáticos a un viaje fantástico, con How To Train Your Dragon 2, y la serie Dragons: Riders of Berk empujando la serie a lo largo de su camino de crecimiento y profundidad hasta donde estamos hoy. Desafortunadamente, How To Train Your Dragon: The Hidden World es donde este mundo que conocemos y amamos llega a su fin, ya que este es el final de la historia del joven que se convierte en jefe de su aldea y su dragón que le enseño a ser valiente. Sin embargo, no todas son malas noticias, ya que con un final que va más allá para cerrar las cosas de la mejor manera posible.
Como el nuevo jefe de Berk, se espera que Hiccup (Jay Baruchel) crezca mucho más rápido de lo que él esperaba. Con las presiones de su aldea, la expectativa de matrimonio entre él y Astrid (América Ferrera), y la continua amenaza de los cazadores de dragones en el mundo exterior, no es exactamente la aventura que él y Toothless quieren de sus respectivas vidas. Pero cuando un enemigo nuevo y poderoso (F. Murray Abraham) y una Light Fury entran en escena, Hiccup y su amigo leal se encontrarán enfrentando su mayor desafío tanto para el resto de su aldea como para su amistad.
Lo bueno
Completa el círculo: Cuando se trata de acabar una serie como How to Train Your Dragon (una que nosotros consideramos como una de las mejores trilogías de todos los tiempos), se supone que debe hacer dos cosas muy importantes: cerrar la historia de una manera completa y efectiva, y presentar algo nuevo y emocionante para entretener a los fanáticos y aumentar el interés de aquellos que nunca han visto una. El escritor/director Dean DeBlois lo sabe, ya que pasó por dos borradores antes de aterrizar en el que finalmente se convirtió en Hidden World. Ese tiempo y escrutinio dieron resultado, ya que DeBlois llegó a contar una historia de primera que logra ambas cosas mencionadas anteriormente, y lo hace sin fallarle a todo lo que vino antes en la franquicia.
F. Murray Abraham: Demás esta decir que el elenco de la franquicia sigue siendo anillo al dedo para estos personajes (salvo TJ Miller, quién ya no presta su voz por ciertas cosas que ha echo en el pasado). Pero como el villano, Grimmel, Abraham le presta la voz a quizás el mejor villano de la franquicia completa. El ganador del Oscar por su actuación en Amadeus es exactamente lo que esperaría de un actor de su calibre, y el hecho de que su personaje sea el último elemento esencial para que Hiccup se manifiesta perfectamente sin exagerar en su ejecución. Él es la amenaza que necesitamos, pero que no anula toda la película con histrionismos o que se sienta demasiado como una caricatura (aunque claramente es uno).
La animación: Vale la pena recalcar lo siguiente: los visuales siguen siendo de primera. Con el maestro de cinematografía Roger Deakins nuevamente como consultor, la cámara entra y sale entre la flora fotográfica real y la fauna que escupe fuego. La tierra titular es un sueño con bioluminiscencia y dragones volando por todas partes. Una secuencia aerotransportada brillante tiene a Toothless y la Light Fury bailando bajo la aurora boreal. Esta es una escena que dura como cinco-seis minutos, sin dialogo y expresado no verbalmente, y fácilmente fue una de las mejores partes de la película. Si Fred Astaire y Ginger Rogers hubieran podido volar y escupir fuego, este el tipo de cosa que podrían haber logrado. Todos estos visuales se ponen mejor en cada entrega y aquí exponen su máxima potencia. Y esta, al igual que Alita: Battle Angel y las películas anteriores, merece ser vista en 3-D.
Emocionalmente satisfactoria: Los fanáticos de la franquicia no podrían haber pedido una secuela más satisfactoria emocionalmente, ya que The Hidden World lleva a esta epopeya familiar a un cierre hermoso. Esta es la máxima recompensa para todos los que invirtieron en el desarrollo de la serie, y se han quedado cautivados con la historia que fueron inspiradas por las novelas de Cressida Cowell. How to Train Your Dragon 3, al igual que sus predecesores, te hace olvidar el hecho de que es una "película animada" muy fácilmente. Y solo les queremos decir, sin entrar en spoilers, que si lloraron en los últimos minutos de Toy Story 3, llévense un par de Kleenex por aquello de.
Lo malo
No es la mejor de las tres: Es bien difícil competir con las primeras dos. Ambas son bellas tanto visual como emocionalmente, tienen mensajes hermosos sobre la amistad, aprender a convivir y a perdonar, entre otras cosas. Y no es que esta no tenga nada de lo mencionado anteriormente (el mensaje de esta película empataría con cualquier mensaje heavy que una película de Pixar tiene), pero quizás el añadirle unos 20 minutos más hubiese tenido ese feeling de epopeya que quizás este final necesitaba.
Para una serie que nunca ha tomado un atajo, y siempre se recuerda tocar los ritmos emocionales correctos sin manipular a su audiencia, este gran final no se aleja de esa tradición. La acción sigue siendo emocionante, las risas siguen siendo conmovedoras y un poco descaradas, y cuando esté por acabar, probablemente vas a llorar. Se extrañará mucho a How to Train Your Dragon, ya que es la plaza de la joya de la corona de Dreamworks Animation.
Rating: A+
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