jueves, 31 de enero de 2019

Reseña de Alita: Battle Angel: El mejor anuncio para una secuela

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Una adaptación cinematográfica del manga de Yukito Kishiro, Battle Angel Alita, ha estado en desarrollo durante bastante tiempo. El manga se publicó entre 1990-1995 y ganó muchos fanáticos, entre ellos James Cameron, un director que tuvo un gran éxito en los años 80 y 90, dando vida a los proyectos de ciencia ficción en la pantalla grande como The Terminator, Aliens y The Abyss. Cameron pasó más de una década intentando descifrar la posible iteración en la pantalla grande. Sin embargo, el cineasta finalmente pasó a trabajar en una peliculita sobre extraterrestres felinos y el director Robert Rodriguez asumió la tarea. Ahora, la adaptación cinematográfica del manga de Kishiro finalmente cobra vida con Alita: Battle Angel, utilizando gran parte del guión que escribió Cameron, montando una fascinante hazaña de hacer cine, y sorprendente en 3D, que lucha con el peso de adaptar del material.

La película está ambientada 300 años después de The Fall, un conflicto entre la Tierra y el URM (República Unida de Marte) que arrasó el planeta hasta convertirse en algo feroz. Los últimos supervivientes de la raza humana se reunieron en dos lugares: Zalem, la ciudad de lujo en las nubes suspendidas en el aire a través de la ingeniería, y Iron City, los barrios pobres y eclécticos debajo de Zalem. En el montón de chatarra, el Dr. Dyson Ido (Christoph Waltz) descubre el núcleo vivo de un cyborg; él reconstruye el bot, que despierta sin recuerdos, y la bautiza Alita. Pero enterrado en la programación de Alita está el entrenamiento de un soldado URM y un pasado conectado a la élite de Zalem, un pasado que algunos matarían para extinguir.

Lo bueno

Los efectos especiales: Alita: Battle Angel es nada menos que un espectáculo fascinante y, sin duda, es la mejor experiencia en el formato de mayor calidad posible. El mundo de Iron City, Badlands y Zalem están llenos de profundidad y textura, destacando cada parte del escenario, hasta las motas de polvo que flotan en la luz, rendido increíblemente en 3D. Las escenas de Motorball específicamente deben destacarse por la pura adrenalina que presenta. Si bien estas escenas debieron haber cobrado vida casi en su totalidad con CGI, la experiencia 3D les ayuda a sentirse más viscerales y reales. Cada aspecto de este mundo distópico está pensado, y se muestra en cada frame.

Rosa Salazar: Salazar tiene la tarea de llevar gran parte de la película por su cuenta, y está más agobiada por la tarea de interpretar a este personaje que está alterado digitalmente para tener ojos más grandes, estilo manga. La fusión de la actuación de Salazar y el trabajo digital realizado para alterar a la actriz con el fin de darle vida a Alita es nada menos que sorprendente. Hay momentos de surrealidad, pero la película, sorprendentemente, logra mantenerse alejada de cualquier tipo de efecto de valle extraño, lo que habría llevado a los espectadores fuera de este mundo ficticio. Sin duda, el corazón del personaje de Alita proviene de Salazar, y ella encarna bien al personaje.

Lo malo

Gran parte del libreto: Donde la película lucha contra ella misma es en la historia, que fue trabajada por Cameron, Laeta Kalogridis y Rodríguez en un intento de llevar el manga de Kishiro a la pantalla grande. Sin embargo, queda claro por el ritmo inconsistente, que a veces se mueve demasiado rápido a través de los eventos y otras veces languidece demasiado en ciertos ritmos de la historia, que esta es una historia mucho más larga. Además, también tiene diálogo que te quedas pensando que no hay humano que uniría ciertas palabras en una misma oración como lo hacen en la película al igual que toman varias decisiones que te harán rascar la cabeza. Cameron es un excelente director, y ambos Kalogridis y Rodríguez han hecho películas buenas, pero le faltaba al libreto.

Grandes lagunas en la historia y en la construcción del mundo: Lo que se incluye en Alita: Battle Angel es interesante y la película se las arregla para desarrollar Iron City y Zalem como puede, pero es casi como si se hubieran guardado muchas cosas más interesantes para la secuela. Literalmente se sintió como un episodio de Lost en el que sales teniendo más preguntas que cuando comenzó el episodio (#LosOsosPolares). Los fanáticos del manga original tendrán que decidir por sí mismos si  esta adaptación realmente honran el trabajo de Kishiro.

En resumen, Alita: Battle Angel es una visita obligada para todos aquellos que no quieran perderse del próximo espectáculo al estilo Avatar, especialmente en 3D. Dado el amplio mundo introducido en la película de Rodríguez, es de esperar que sea lo suficientemente exitoso como para justificar una secuela. Definitivamente, es mejor que cualquier adaptación de manga que se ha trabajado anteriormente, pero con adaptaciones como Dragon Ball: Evolution, Death Note y Ghost in the Shell, eso no es exactamente difícil. Dicho esto, esta tiene el potencial de seguir expandiendo su historia al igual que sus visuales si los cinéfilos así lo desean.

Rating: B-

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miércoles, 16 de enero de 2019

Reseña de Glass: Una bestia extraña



Nadie probablemente pensó que cuando Unbreakable salió hace 19 años se convertiría en una trilogía. No creo que ni siquiera el director/escritor M. Night Shyamalan pensara en esa idea cuando se le ocurrió la idea de Split en para el 2016 (puede que diga lo contrario, pero a las personas creativas les encanta decirle que siempre tuvieron un plan a largo plazo). Todos se juntan, de forma extraña pero bastante satisfactoria, en Glass, una película que viste de un thriller con acción sobrenatural pero en realidad es más una exploración del mito moderno de los superhéroes.

Glass sigue a los personajes principales de Unbreakable interactuando con los personajes principales de Split, mientras que Sarah Paulson toca los lazos que los unen dentro del mismo hospital psiquiátrico que ha albergado al villano Elijah Price (Jackson) por los últimos 19 años. Paulson interpreta a la Dra. Ellie Staple, la terapeuta cuya especialidad es ayudar a quienes creen que son superhéroes, incluyendo a David Dunn (Bruce Willis) y The Horde (James McAvoy y sus 24 personalidades). ¿Su misión? Curar a estos tres por cualquier medio que sea necesario, incluyendo encerrarlos en celdas donde se usa su "debilidad" contra ellos.

Lo bueno

Los tres protagonistas: Si te gustaron las películas anteriores y te gustan los cuatro actores principales, estarás entretenid@. Las interacciones entre The Horde y Mr. Glass son especialmente gratificantes ya que McAvoy y Jackson están a la altura de las expectativas de rendimiento. De que al nivel que vale el precio de admisión el solo ver a estos dos actuar. En cuanto a Willis, quien nosotros consideramos que ha estado en auto-pilot desde Looper, este hace un buen trabajo con el material que se le dio, aunque se le niegan los momentos más jugosos que se le entregaron a sus compañeros de reparto. Paulson también hace un buen trabajo, no solo jugando con las mentes de los personajes masculinos, sino también con las nuestras. En pocas palabras, estos personajes están casi demasiado bien concebidos para fallar, aunque Shyamalan ciertamente pone a prueba esa teoría con una que otra decisión.

Los primeros 20-25 minutos: El primer acto de la película es básicamente la película que inicialmente pensabas que ibas a ir a ver cuando entraste a la sala. Tenemos la oportunidad de ver lo que Dunn ha estado haciendo durante las últimas dos décadas, mientras recibimos una mini reintroducción de Kevin Wendell Crumb de McAvoy. Pero lo mejor es que fluye de forma natural y da tiempo para entrelazar verdaderamente ambas historias de manera efectiva y orgánica. Esto pudo haber sido un poquito de revolú considerando que cada una de las películas estaban esencialmente en un género diferente, pero Shyamalan y su editor, Luke Franco Ciarrocchi, pudieron integrarlos bastante bien.

Plot-twist: Hablar de una película de Shyamalan y no hablar del plot-twist es como ver a La Comay y no escuchar "¡Que bochinche!" o Pitbull sin decir "¡MIAMI!". Uno es sinónimo del otro. Y aunque la película no tiene el mejor giro dentro de la filmografía del director, Glass tiene una bastante efectiva para el mundo que este creó en el año 2000. ¿Que si se deja detalles fuera para que uno pueda creer que es posible? Sí. Sin embargo, volvemos a recalcar que dentro del contexto de la historia y en las decisiones de algunos personajes funciona.

Lo malo

Pegan freno HEAVY: Justo cuando empieza el vigésimo quinto minuto de la película, Ciarrocchi pega un super freno a cualquier momentum que tuvo la película. Mientras que uno pensaría que las escenas dentro del hospital psiquiátrico serían las más interesantes de toda la trama (y sí, hay momentos que lo son), se sintió más como una pausa innecesaria que como el paso natural a lo que iba a ocurrir después. El elenco hace lo más posible por hacer maravillas con esto, pero desafortunadamente no llegó al 100% hasta que un personaje participa de la trama oficialmente. 

Tienes que hacer tus asignaciones: Mientras que hay introducciones super breves para cada personaje, la película entiende que has visto ambas Unbreakable y Split y puede seguir contando la historia de Glass. ¿Qué insinuamos con esto? Que si no te acuerdas mucho de ninguna de las anteriores, tienes que pasar un tiempito repasándolas para tener todo en contexto. 

La película será divisiva entre la audiencia: El plot-twist que mencionamos antes al igual que el final de la película será debatido entre la comunidad de cinéfilos similarmente a como se ha debatido The Last Jedi por los últimos 13 meses (obviamente a menor escala). Así que Dios, Zeus y Mufasa se apiade de nosotros y todos tengamos una conversación civil sobre el final de Glass

Glass podría terminar siendo una de las ofertas más polarizadas de Shyamalan en mucho tiempo. Ciertamente, no es la secuela de Unbreakable que muchas personas han pasado casi veinte años esperando, pero, de nuevo, probablemente sea seguro asumir que toda esta trilogía tomó una forma muy diferente a la que Shyamalan había previsto originalmente hace tantos años. Sin embargo, mientras el resto del 2019 se desarrolla, es difícil imaginar que habrá otra película de superhéroes tan memorablemente extraña como esta.

Rating: B

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