viernes, 25 de junio de 2021

Reseña de F9 - The Fast Saga: Esta entrega salió limón

F9 - Universal Pictures Canada

Nadie hubiera pensado que un carbon-copy de Point Break sobre ladrones de reproductores de DVD y sus carros sería un fenómeno mundial 20 años después, que abarcaría 8 secuelas, un spin-off, un paseo en un parque temático y mercadería, pero The Fast and the Furious demostró que el mundo estaba equivocado una y otra vez. Cada vez que se pensaba que se estaban quedando sin gasolina, siempre cambiaban (¿drifteaban?) para mantener la franquicia fresca, ya sea con nuevos actores, expansión del mundo, estilos de carreras diferentes y escenas de acción que desafían la física siempre caminando esa línea bien fina entre parodia y verisimilitud. Pero, ¿qué sucede cuando atraviesan esa línea en el lado de la parodia hasta el punto en que ni siquiera puedes ver la línea? La novena entrega de esta franquicia, F9 - The Fast Saga, responde esa pregunta y es casi como ver un meme en acción... de mala manera.

Intentando vivir una vida pacífica en el campo, Dom (Vin Diesel) se ocupa por criar su hijo junto a Letty (Michelle Rodríguez), manteniéndose fuera de problemas. Sin embargo, surge un problema cuando Mr. Nobody (Kurt Russell) es atacado mientras transportaba a Cipher (Charlize Theron) a prisión, con el hermano de Dominic, Jakob (John Cena), tomando el control del peligroso genio de la tecnología. Su objetivo es el Proyecto Aries, un dispositivo capaz de controlar todas las computadoras del planeta, dándole a él y a su socio, Otto (Thue Ersted Rasmussen), poder global. Al darse cuenta de que la pelea aún no ha terminado, Dom regresa con la familia, uniéndose a Tej (Chris Bridges), Roman (Tyrese Gibson), Ramsey (Nathalie Emmanuel) y Mia (Jordana Brewster), para localizar a Jakob y poner un alto a su malvado plan.

Lo bueno

Las chicas FastLas momentos genuinos que ofrece F9 son con frecuencia cortesía de las mujeres del elenco. A pesar de que apenas consigue una historia y desarrollo de personaje, salvo dos escenas en una película de 2 horas y 25 minutos, Letty tiene el corazón latiendo con fuerza mientras ruge una motocicleta a través de la jungla, perseguida por soldados con ametralladoras, pelea a puñetazos en Japón y hasta varias escenas adorables con su hijastro. El cerebro informático Ramsey (Nathalie Emmanuel) adquiere una personalidad luego de ser eye-candy en sus primeras dos entregas ya que se revela que es la única del equipo de Dom que nunca ha guiado en su vida, lo cual es un sacrilegio en este punto de esta franquicia. Esto no le impide tomar un camión y correr por las calles de Edimburgo, todo mientras usa un electroimán gigante para derrotar a sus perseguidores. Y Jordana Brewster está de regreso como Mia Toretto, lo que uno pensaría que le darían la oportunidad de expandir su personaje lejos de Brian O'Conner dado que su otro hermano es el villano, pero la película se olvida de ella por mucho rato. Dicho esto, es realmente agradable verla de regreso e interactuar con el resto de los personajes, incluso si la película en realidad no la quiere allí.

Lo malo

Los flashbacks: Cambia la F de Fast y/o Furious en F9 a Flashback porque la película se desvive por este "frame" narrativo. La nueva película intenta llegar a la raíz del dolor de Dominic con una extensa trama secundaria que devuelve a los espectadores al verano de 1989 cuando Dominic vio a su padre morir repentinamente en un accidente de carrera masivo, empujándolo a una posición de guardián para Jakob y Mia. Pero debido a que a esta franquicia le encanta hacer todo lo posible de vez en cuando para contradecir su pasado, esto es lo que obtienes. Y está bien si haces un flashback extendido para explicar la brecha entre los hermanos. Sin embargo, en algunos momentos parecía que el actor/productor Diesel quería tener su propio Godfather Part II con esta película ya que puedes dividirla y tener dos películas distintas separadas de una. otro: uno una precuela y el otro una continuación de la trama que hemos seguido por 20 años. Desafortunadamente, no funciona por completo.

Las escenas de acción: Al menos podemos disfrutar de las acrobacias y los autos geniales, ¿verdad? Desafortunadamente no. Aparte del primer viaje al volante de Ramsey, en realidad no se sienten inspiradas. Los conductores guían a través de una jungla centroamericana con lo que parece un camino pavimentado para ellos incluso antes de llegar allí. Y la familia Fast también causa estragos en Londres y Tbilisi, con un camión electromagnético al borde de ataques terroristas. Todas estas secuencias parecen mucho más falsas que las películas anteriores. Entendiendo que las otras películas tampoco siguen las leyes de la gravedad pero siguen el camino de la verisimilitud, el exceso de efectos ha convertido las acrobacias de autos en parodias aburridas de si mismas, hasta el punto en que parece que los escritores miraron un thread de Reddit de lo que los fanáticos quieren ver y simplemente lo escribieron y lo enviaron a su departamento de CGI y dijo "Haz esto. No lo vamos a filmar en absoluto". Gran parte de la película simplemente se ve fea y generada por computadora, incluso las carreras obligatorias. Una vez que finalice el tiempo de ejecución de 145 minutos, sentirás que no obtuviste el valor de tu dinero.

Lo feo

El tono: El realismo no ha necesariamente permeado en ninguna parte de esta franquicia, y F9 cumple su promesa de permanecer en el camino de acción escritas por Bugs Bunny y el Pato Lucas. Sin embargo, la película parece decidida en crear un viaje más emocional para Dom que no fluye con el tono que el director Justin Lin había implementado en estas películas desde Fast and Furious del 2009 (la cuarta). La película nunca decide si quiere ser más dramática como la película original o estrafalaria como la segunda mitad de la franquicia, incluyendo Hobbs & Shaw. Esto prevalece particularmente en dos conjuntos de interacciones de personajes: por un lado tienes a los Torretto abriendo viejas heridas sobre lo que se hicieron el uno al otro, y por el otro tienes a Roman y Tej hablando de ser invencibles ya que han sobrevivido a una serie de misiones que van desde robar una caja fuerte hasta un ataque de un submarino. Puedes tener escenas como esta en una película, pero el tono cambia con fuerza en ambos sentidos durante largos períodos de tiempo hasta el punto en que olvidas lo que está sucediendo con los otros personajes porque no los ves durante 20 minutos. Uno pensaría que con el regreso de Lin como director sería tan fácil como correr en bicicleta. Desafortunadamente, es una bicicleta de una rueda y sin manija que simplemente se sale del camino.

El ego de Diesel: Mientras que mi reacción inicial de Hobbs & Shaw es que era un ejercicio en branding para Dwayne Johnson y Jason Statham, mi reacción hacia esta es que Diesel tiene demasiado poder sobre esta franquicia. Diesel no es un gran actor; eso lo sabe el público y lo sabe él. Pero el tipo ha sido bastante servicial en cuanto a películas de acción. Pero cuando se te trepa el ego hasta más no poder como en Bloodshot, ahí es que entran los problemas. Es bien difícil estar intrigado en un personaje y su pasado cuando el director trata lo más humanamente posible de exprimirle algún tipo de sentimiento a Diesel cuando este nunca está dispuesto a variar las expresiones de su cara como mínimo. Peor aún es cuando el tipo tiene que ganar cada pelea sin un rasguño. En ningún momento llegue a pensar que la vida de Dom corría peligro porque aunque le cayeran 25 hombres encima, el tipo los pudo aguantar, empujar, caerles a puño y tumbar el techo halando una cadena atada a dicho lugar usando lo que uno solo puede describir como "family power". Las buenas películas de acción te hacen pensar que los personajes podrían no salir con vida, mientras que las grandes películas de acción te ponen en el lugar del personaje y sientes el peligro corriendo por tus venas. F9 perdió todas las oportunidades de hacer esto porque tenían que servir al ego de su actor principal, en detrimento de la película en general.

Como fanático de esta franquicia, particularmente una vez que esencialmente se convirtieron en Auto-vengers, F9 - The Fast Saga es la primera entrega que se siente perezosa. No muestra ningún cuidado al crear algo nuevo o fresco, ya sea en escenas de acción, interacciones de personajes e incluso con historias de fondo ridículas. Ahora que hemos tenido nueve de estas películas, las ruedas están saliéndose de lugar oficialmente. Con el final a la vista (parece que quedan dos más), esperemos que los guionistas, el director y los productores de la franquicia tengan la fortaleza de mirar dentro del bonete y tratar de entender qué fue lo que ocurrió en este capítulo que se convirtió en un limón.

Rating: D

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jueves, 10 de junio de 2021

Reseña de In The Heights: Ni LUMA le quita la energía a esta película

A medida que nos acercamos a la segunda mitad del año y comenzamos a dejar la pandemia en el  retrovisor de manera lenta pero segura, la gente comienza a buscar un escape, ya sea visitando a familiares y amigos, viajando a otros países, comiendo en restaurantes o perderse en la historia de otra persona a través de conciertos, obras de teatro y sí, películas. Buscamos vitalidad, buscamos alegría que hemos creído perdida a lo largo de 2020. Bueno, ¿y si te dijera que puedes encontrar todo lo anterior en la adaptación del musical del astroboricua Lin-Manuel Miranda, In The Heights? Esta película es el equivalente cinematográfico de "Mi Gente" de Hector Lavoe: a la vez una experiencia jubilosa, magnética, vibrante y animada en el cine con personajes de múltiples capas que te mantendrán bailando y cantando "¡No pares! ¡Sigue, sigue!" hasta que salgan los créditos.

Ambientada en el barrio de Washington Heights en la ciudad de Nueva York, la historia principal de la película sigue varias de las historias de sus residentes y sus luchas durante varios días de verano durante una ola de calor. Está Usnavi (Anthony Ramos), dueño de una bodega que sueña con regresar a República Dominicana y abrir su propia tienda. Lo anima la abuela Claudia (Olga Merediz), que en realidad no es su abuela, sino la querida abuela del barrio. Su mejor amigo Benny (Corey Hawkins) trabaja en la empresa de despacho local propiedad de Kevin Rosario (Jimmy Smits), el padre de Nina (Leslie Grace), quien acaba de regresar de Stanford y no está deseando volver a California debido a algunas experiencias que enfrentó en su primer semestre. Mientras tanto, Vanessa (Melissa Barrera) es una diseñadora de moda en ciernes que cree que necesita mudarse al centro para aprovechar su gran oportunidad, pero tiene dificultades para encontrar un lugar para alquilar. A medida que todas estas historias comienzan a entrelazarse, cada personaje debe lidiar con cada una de sus decisiones que lo llevarán al siguiente paso en sus vidas, pero también comprender lo que cada una de esas decisiones significa para el futuro de sus vidas, amigos, familia y comunidad.

El ser latinx: La frase 'la representación importa' se usa cada vez más en todo tipo de diálogo, ya sea político, deportivo, comunitario y, sí, incluso artístico. Verse a sí mismo y a su comunidad reflejados en algo es importante. Aunque ciertamente celebré otras películas por hacer todo lo posible para mostrar lo que significa la representación para ciertas comunidades en los últimos cinco años (por ejemplo, Crazy Rich Asians, Black Panther, Wonder Woman, Captain Marvel, etc.), eso es algo que nunca había experimentado realmente hasta después de ver In The Heights. Con todas esas películas, las personas que se identificaban con la película decían "Veo a mi madre en este personaje", "He estado en una situación similar en el trabajo o en la casa de mis suegros" o "He estado en su zapatos antes "y eso es fantástico y se celebra. Pero lo que me hizo pensar en eso en esta película no fue solo el uso de salsa, merengue, batucadas, rap y boleros usados ​​en las canciones, sino en las cosas más simples: una simple toma de un arroz con pollo y ropa vieja acabado de cocinar, el uso de palabras o frases como "contra", "no me digas", "que bochinche" y "le-lo-lai", el orgullo inquebrantable de usar la bandera en su atuendo. Incluso me sorprendí a mí mismo diciendo egoístamente en una voz muy suave "él tiene mis pecas" mientras la cámara hace un close-up de Usnavi porque nunca había visto a alguien que tuviese esos mismos rasgos en la pantalla. Y todas esas cosas que otras culturas dirían sobre situaciones que sucedieron en las otras películas mencionadas anteriormente definitivamente están aquí. Ves a tu mamá, a tu papá, a tus amigos, al chico de la tienda de la esquina, a la chica que te arregla el cabello y las uñas, y a todos los demás, así como sus aspiraciones en sus respectivas vidas. Hasta vi la vida de mi abuela, que en paz descanse, literalmente contada a través de la pantalla grande durante la canción solista de Abuela Claudia, variando un par de detalles. ¡Pero eso es lo que importa! Te ves a ti mismo y a los que te rodean con orgullo en la pantalla y nadie puede quitárnoslo a los latinxs. Si fue difícil ver al colectivo como traficantes de drogas, mafiosos, asesinos y prostitutas, será aún más agotador hacerlo después de esta película. Lo único que queda por decir es que esta película importa porque la representación importa.

La música y coreografía: Hay algo que decir sobre una película que te hace querer cantar y bailar en los pasillos del cine. Cuando ese tipo de energía irradia sobre la audiencia, sabes que tienes algo especial. Al romper con los límites habituales de una película musical tanto como lo hizo la obra original con lo que estaba ocurriendo en Broadway a principios de siglo (hasta cierto punto), In The Heights se siente como el comienzo de una nueva era de películas musicales. Sí, todavía están aquí todas las críticas a los musicales  (todo el mundo conoce las canciones y la coreografía, los personajes empiezan a cantar de la nada, etc), pero esta película muestra una forma moderna de hacerlo mezclando otros géneros y bailes que son no las que solemos escuchar en este tipo de películas. El director de la película, Jon M. Chu (director de la ya mencionada Crazy Rich Asians), claramente aporta su experiencia de películas de danza anteriores (también dirigió dos películas de Step Up) y la adapta aquí con claridad y vitalidad a la voz de las canciones de Lin Manuel Miranda. Con esta película junto con los inminentes lanzamientos de West Side Story y Dear Evan Hansen a finales de este año, podríamos estar viendo el tan esperado renacimiento de los musicales del que se habló cuando Chicago estrenó y ganó como Mejor Película en el 2002 y que se habló una vez más cuando La La Land casi ganó el mismo premio en el 2016.

El elenco: Tanta gente. Tantos sueños. Tantas historias. Pero déle crédito a quien se lo merece: el director Chu y su director de casting se fueron de diez diez con sus elecciones de casting sin tener que sacrificar la historia de cada personaje para contratar a los artistas latinos del momento (en algún momento de la larga pre-producción de esta película, se consideró tener a Jennifer López y Shakira para tener a alguien de renombre en dicho elenco). Si bien Anthony Ramos es conocido por su(s) papel(es) en Hamilton y un papel más pequeño en A Star is Born, esta es su fiesta de ruptura. Él controla la pantalla cada vez que está en el frame, ya que su canto y baile son excelentes en todos los sentidos. Corey Hawkins como Benny proporciona un compadre fraterno para el Usnavi de Ramos que parece que han sido patitas toda la vida. Si bien son mujeres muy hermosas, el guión ayuda tanto a Leslie Grace como a Melissa Barrera a ser mucho más que el objeto del afecto de Benny y Usnavi respectivamente al ellas tener que lidiar con sus luchas por regresar y salir del barrio y ambas venden las luchas internas de sus respectivos personajes como pan con mantequilla. Siempre es un placer ver actuar al legendario actor nuyoricano y ex presidente de West Wing, Jimmy Smits, al igual que a cierto cantante de salsa en un cameo que honestamente resalta sus habilidades como actor. Finalmente, las mujeres del salón de belleza, interpretadas por Stepahnie Beatriz, Dascha Polanco y Daphne Rubin-Vega, te ayudan a sumergirte en los escenarios con su actitud de pachanga todo el día. Todo esto para decir es que el elenco principal es fantástico. Pero hay una que se eleva por encima de todos...

Olga Merediz: De todo el elenco cinematográfico, Merediz es la única que tiene experiencia con el libreto al originar el papel de Abuela Claudia cuando la obra estrenó en Broadway en el 2008. Es más, llegó a estar nominada para un Tony (el equivalente de los Oscars para el mundo teatral. La obra ganó mejor musical ese año) por el papel. Por ende, ella se sabe el personaje pa' 'lante y pa' 'tras. Pero interpretar a un personaje en el teatro es ciertamente diferente a interpretarlo en una película. Las cámaras de cine tienden a detenerse en los momentos más íntimos y hacen que todo sea un poco más personal, ya que tú, como actor, no tienes que actuar para que las personas de la última fila escuchen, vean y comprendan todos los pensamientos de tu personaje. Merediz entendió claramente las diferencias en ambos medios y se nota porque se roba toda la película. Al ser la cuidadora no oficial de los niños del vecindario, la amabilidad de la Abuela Claudia hacia los demás es muy notable. Pero hay más en su personaje que bondad: su historia trata sobre la supervivencia, la adaptación y el progreso en medio de una situación en la que se vio empujada cuando era niña. Así lo atestigua la canción mencionada en un párrafo anterior, "Paciencia y Fe", además de ser una pieza escénica y una coreografía deslumbrante. Pero son los ojos y la voz quebrada de Merediz lo que vende esta escena y saca a la luz la experiencia de Claudia en el extranjero montando lo que considero la mejor escena en una película con muchas escenas excelentes. Es muy pronto para comenzar a hablar sobre actuaciones dignas de un Oscar, pero la actuación de Merediz debería estar en la discusión a finales de este año.

El diseño de producción: Al grabar la película en el mismo barrio en vez de un set creado en un estudio, In The Heights hace que este lugar se sienta tan vibrante que ni siquiera LUMA puede atenuar las luces y la energía de esta película. El uso efectivo de estos lugares, como la tienda de la esquina, las avenidas, la piscina comunitaria, el salón de belleza, la estación de taxis, entre otros, se utilizan a la perfección como una forma de establecer las realidades de los personajes y cómo conviven con sus entornos. El tener esto presente ayuda a la audiencia a realizar una transición más fácil hacia las canciones y los bailes, y comienza a contrastar sus realidades con lo que piensan y/o sienten en ese momento específico en el tiempo. Y no es que este sea el primer musical que se filma en otros lugares y nunca usaron un set en la película ("Paciencia y Fe" y "When the Sun Goes Down" al menos parecen que fueron filmadas de un ambiente controlado), pero hay una progresión naturalista en cuanto a cómo funcionan las cosas dentro de los confines de este barrio mientras sus personajes cantan y bailan con todo el corazón.

Lo malo

¿Tenía que durar casi dos horas y media?: Como toda adaptación de algún material de un medio a otro, se tienen que hacer sacrificios e In The Heights no es la excepción. La traducción de obra a película implicó que se cortaron personajes, diálogos, canciones, bailes y demás, y se reorganizaron para poder dar la experiencia más completa de lo que sería dicha adaptación. Entonces, ¿por qué se sintió demasiado larga? Esta película fácilmente pudo haber sido 20 minutos más corta y no estarías sacrificando mucho. De hecho, llegué a preguntarme si esto debió haber sido mejor como una miniserie donde cada capítulo se enfoca en un personaje. Y entiendo que son un montón de personajes y que tienes que cerrar todo con un broche de oro para cada uno porque si no sería una experiencia incompleta. Pero, ¡Cristo amado! Llegó el punto que la película se acabó como cinco veces y uno se desesperaba un poco a que comenzaran a rodar los créditos. A este punto en el tiempo, me veo usando un pamper para una adaptación de tres horas para Hamilton porque esta necesitaba una tijerita para acortarla.

Veo a muchas escuelas haciendo bailes de esta película para sus presentaciones artísticas en el día de pista y campo debido a lo enérgico que es. Aparte de lo larga que fue, In The Heights está diseñado para cautivarlo hasta la sumisión, y lo estará en el momento en que aparezcan los créditos, ya sea por la representación presentada, las canciones, los personajes y sus historias. Este equipo, formado por el director, los creadores, los productores, el elenco, los músicos, los bailarines, maximiza el potencial de esta película a grandes alturas mientras mantiene un estudio de personajes de múltiples capas como su norte. En fin, ni LUMA le quita la energía a esta película, y es mucho mejor por eso mismo.

Rating: A+

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